En lo que fue un debut histórico en la MLS, San Diego FC derrotó 2-0 a Los Ángeles Galaxy, actual campeón del torneo. El triunfo del domingo pasado, más allá de su valor deportivo, simboliza el inicio de uno de los proyectos más singulares en el fútbol norteamericano. Y es que la franquicia nace de la unión entre una tribu nativa americana y un multimillonario egipcio-británico.
La búsqueda del fútbol profesional en San Diego
San Diego y el fútbol profesional han mantenido una relación esquiva durante décadas. Desde los efímeros San Diego Toros de la NASL en 1968 hasta los San Diego Sockers -quienes encontraron más éxito en el fútbol indoor que en el tradicional-, la ciudad ha visto pasar diversos intentos por establecer el deporte más popular del mundo en sus tierras.
La MLS tampoco fue ajena a este interés. Durante su formación en los ’90, San Diego fue considerada como “candidata principal” para una franquicia, según el entonces comisionado Doug Logan, debido a varios factores estratégicos: su ubicación geográfica privilegiada en la frontera con México, su fuerte tradición en la formación de jugadores para las selecciones masculina y femenina de Estados Unidos, y el consistente interés de su población por el fútbol internacional, demostrado por sus altos índices de audiencia en transmisiones de la Copa del Mundo, Premier League y otras competencias internacionales. Sin embargo, la falta de un estadio adecuado se convirtió en un obstáculo recurrente. A pesar de haber albergado el All-Star Game de la MLS en 1999 -el único jugado fuera de un mercado activo o futuro de la liga-, la ciudad seguía sin encontrar el momento adecuado para dar el salto.
🇺🇸 El San Diego FC ganó en el primer partido de su historia!
— Nahuel Lanzón (@nahuelzn) February 24, 2025
El nuevo equipo de la MLS le ganó en su debut 2-0 a Los Angeles Galaxy.
¿El primer gol de su historia? Asistencia del Chucky Lozano y gol de Anders Dreyer.pic.twitter.com/OeRmfIVk1M
Sin embargo, la cercanía con Tijuana y el surgimiento de los Xolos en la Liga MX en 2007 creó una base de aficionados transfronteriza única en el continente. Un “mercado” que, conforme iba creciendo, mas se interesaba la liga en explorar. Así, esta realidad demográfica y cultural se convirtió en un argumento tanto a favor como en contra de establecer un equipo de la MLS en la ciudad: mientras algunos veían una competencia directa por el mercado entre ambos países, otros reconocían el potencial de crear sinergias entre ambos lados de la frontera. Especialmente para la MLS, la “tentación” del público latino siempre estuvo presente, como fue el caso de la fallida franquicia del Chivas USA en su momento, o mas recientemente el caso (por ahora) exitoso del Los Angeles Football Club
Llegamos así a 2018. El fracaso del proyecto SoccerCity, que buscaba rediseñar el antiguo Qualcomm Stadium para albergar un equipo de la MLS, parecía ser otro capítulo en esta historia de oportunidades perdidas. Sin embargo, la construcción del Snapdragon Stadium, hogar del San Diego Wave FC de la NWSL (la liga femenina de Estados Unidos), finalmente abrió la puerta para que el sueño del fútbol profesional masculino se materializara. El éxito del Wave FC, que estableció récords de asistencia en el fútbol femenino estadounidense, demostró que San Diego era una alternativa mas que viable para tener su propio equipo en el fútbol profesional. De hecho, fue durante las conversaciones sobre el patrocinio del nuevo estadio cuando la Banda Sycuan comenzó a considerar la posibilidad de dar un paso más allá en su relación con el deporte profesional, primero con el Wave, y luego con el San Diego FC.
La Nación Kumeyaay: del casino al fútbol profesional
Los arqueólogos trazan la presencia de la Nación Kumeyaay en la región de San Diego hasta hace 12.000 años. Sin embargo, fue una decisión política relativamente reciente la que transformó el destino de una de sus “bandas”: en el 2000, los votantes de California aprobaron la legalización del juego tribal. Para la Banda Sycuan, compuesta por apenas 300 miembros, este cambio legislativo marcó el inicio de una expansión comercial sin precedentes en la región.
Dicha transformación comenzó en realidad bajo el liderazgo de Anna Prieto Sandoval, ex presidenta de la tribu, quien impulsó la apertura del Sycuan Bingo Palace en 1983. Lo que comenzó como una modesta sala de bingo se convirtió luego en un complejo que incluye un casino resort valorado en $260 millones, el histórico hotel U.S. Grant en el centro de San Diego, y el Singing Hills Golf Resort, adquirido en 2001. Este último, ubicado en el Valle Dehesa, se convertiría años después en una pieza clave para el proyecto futbolístico.

La entrada de la Banda Sycuan en el mundo del deporte profesional comenzó como una estrategia de marketing. En diciembre de 2020, tras años de invertir millones en patrocinios deportivos -desde los ya desaparecidos Chargers de la NFL hasta los actuales Padres de la MLB-, la tribu comenzó a explorar la posibilidad de pasar de patrocinador a propietario. La decisión coincidió con un momento de transición en el liderazgo: Cody Martinez, elegido presidente en 2014 a los 33 años, buscaba reducir la dependencia de la tribu de los ingresos del juego y veía en el deporte, una buena oportunidad para viabilizar ese objetivo.
El camino hacia la propiedad deportiva profesional no fue inmediato. Un encuentro casual durante un cóctel navideño entre Martinez y Brad Termini, CEO de la desarrolladora inmobiliaria Zephyr Partners, estableció el primer contacto con lo que eventualmente se convertiría en San Diego FC. Termini, quien había recibido información sobre la inminente retirada de Sacramento de la carrera por una franquicia de la MLS, vio en la Banda Sycuan el socio local ideal para un proyecto deportivo de esta envergadura. No obstante, la necesidad de capitales y las estrictas reglas de la MLS hacían necesario un protagonista mas en la historia.
La convergencia de dos mundos
La entrada de Mohamed Mansour al proyecto marca un punto de inflexión. El multimillonario egipcio-británico, tesorero del Partido Conservador del Reino Unido y propietario de Right to Dream -una academia de fútbol con presencia en Ghana, Egipto y Dinamarca-, vio en San Diego una oportunidad única para expandir sus dominios.

La asociación entre Sycuan y Mansour representa la mayor inversión directa de una tribu reconocida federalmente en una franquicia deportiva, superando los $200 millones de dólares. Este acuerdo no solo rompió barreras en términos financieros, sino que también desafió las complejidades legales inherentes a hacer negocios con una nación soberana.
El papel de Mansour como propietario controlador respondía no sólo a una necesidad financiera, sino a una forma de cumplir una regla clave de la MLS que prohíbe que autoridades gubernamentales o cuasi-gubernamentales inviertan en clubes. La Banda Sycuan, al ser una nación soberana reconocida federalmente, caía técnicamente bajo esta restricción. Además, los estatutos de la liga exigen que una persona física, no una entidad, actúe como propietario controlador. La decisión fue aceptada por Martínez en un espíritu de colaboración pragmática.
Un matrimonio por conveniencia
La confluencia de intereses entre Mansour y Cody Martínez se entiende y simboliza con la construcción del centro de entrenamiento de San Diego FC en el Valle Dehesa. Con una inversión de $150 millones de dólares, el complejo se erige en tierras que la Banda Sycuan adquirió en 2001 como parte del Singing Hills Golf Resort. La decisión de ubicar allí el centro no fue casual: los retrasos típicos en la obtención de permisos de construcción en California se evitaron al construir en territorio tribal, donde los procesos burocráticos son considerablemente más ágiles.
La academia Right to Dream, que tendrá su “filial” dentro del San Diego FC, se beneficia a su vez de una peculiaridad geográfica. La FIFA tiene reglas estrictas sobre el reclutamiento de jugadores jóvenes, especialmente cuando involucra cruzar fronteras internacionales. En general, los clubes no pueden fichar a jugadores menores de edad de otros países, con algunas excepciones específicas. Sin embargo, al estar ubicada a menos de 50 kilómetros de la frontera mexicana, puede reclutar legalmente talentos de Tijuana y sus alrededores. Un “pool” de potenciales jugadores mucho mas amplio y de mayor calidad.
De hecho, la presencia del club ya está modificando las dinámicas del fútbol local. En mayo de 2024, San Diego FC y Club Tijuana firmaron un acuerdo de colaboración sin precedentes entre equipos de la MLS y la Liga MX. El convenio establece partidos amistosos anuales y abre la puerta para futuras colaboraciones en desarrollo juvenil, aunque los detalles específicos sobre intercambio de jugadores o metodologías de entrenamiento aún no han sido revelados.
Incluso la conformación del plantel refleja esta estrategia transfronteriza. La contratación de Hirving Lozano del PSV Eindhoven como primer jugador franquicia, y la designación de Mikey Varas -ex entrenador de la selección sub-20 de Estados Unidos- como director técnico, sugieren un proyecto deportivo que busca equilibrar la experiencia internacional con el desarrollo de juveniles, apuntando también a un público latino para formar la base de aficionados. Sin embargo, el éxito de esta fusión de visiones empresariales, culturas y tradiciones deportivas diferentes solo podrá evaluarse con el paso del tiempo. De momento, al menos comenzaron con el pie derecho ganando su primer partido oficial.