En un fallo histórico que podría sentar un importante precedente para el fútbol europeo, el club noruego SK Brann ha ganado su batalla legal contra la UEFA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). El tribunal dictaminó que el máximo organismo del fútbol europeo no debió sancionar al club por los cánticos y pancartas con el mensaje “UEFA mafia” exhibidos por sus aficionados durante partidos de la Liga de Campeones Femenina.
Este caso, que se extendió por más de un año, representa una victoria significativa para la libertad de expresión en el ámbito futbolístico y podría cambiar la forma en que la UEFA aborda las manifestaciones críticas de los aficionados en el futuro.
El caso Brann vs. UEFA
El conflicto comenzó cuando la UEFA impuso multas al Brann en dos ocasiones distintas durante 2024, con un tercer caso aún pendiente. El organismo europeo argumentó que los incidentes constituían una violación de sus regulaciones, que hacen responsables a los clubes por “declaraciones ofensivas de naturaleza provocativa” provenientes de las gradas.
La primera sanción, de 5.000 euros, se impuso tras unos cantos que decían “UEFA mafia” durante un partido de Champions League femenina contra el St. Pölten. El club apeló inicialmente esta sanción ante el comité de apelaciones de la propia UEFA, pero al ser rechazada, el club tomó la histórica decisión de llevar el caso ante el TAS en otoño de 2024.
El tribunal, que había pospuesto su veredicto en múltiples ocasiones (estableciendo finalmente como fecha límite el 27 de diciembre de 2024), finalmente dictó sentencia el 31 de marzo a favor del club noruego. Se espera que los fundamentos escritos de la decisión sean publicados esta semana.
Durante el proceso, Brann argumentó que el mensaje “UEFA mafia” constituye una declaración humorística y crítica hacia el poder que se encuentra dentro de los límites de la libertad de expresión. El club también sostuvo que responder a la crítica o sátira de organizaciones poderosas como la UEFA con sanciones resulta fundamentalmente problemático.
La posición de la UEFA durante el litigio fue que la libertad de expresión amparada por el Convenio Europeo de Derechos Humanos no aplicaba en este caso, y que “UEFA Mafia” debía interpretarse como una acusación factual de que la organización y sus directivos y empleados forman parte de una organización criminal. Esto, según el organismo, resultaba ofensivo y provocativo.
Sin embargo, el TAS determinó que la cuestión de si una declaración es ofensiva o provocativa debe interpretarse a la luz del contexto real. El tribunal coincidió con Brann en que las regulaciones disciplinarias de la UEFA deben interpretarse considerando los derechos humanos fundamentales como la libertad de expresión.
“En el contexto en el que se realizaron las declaraciones, el TAS está de acuerdo en que el uso del término ‘UEFA Mafia’ debe entenderse como una referencia a la UEFA como un grupo cerrado de personas que ejercen un control significativo sobre un área particular de la sociedad, es decir, como una expresión satírica y crítica del poder”, señaló el club en un comunicado.
El tribunal añadió que el uso de “UEFA Mafia” no sería aceptable en todos los casos, pero que debe interpretarse en el contexto específico en que se realiza la declaración, y que la UEFA debe demostrar que cualquier uso del eslogan es ofensivo y provocativo en ese contexto particular. En consecuencia, Brann ha sido absuelto de pagar las multas impuestas.
El precedente legal que origina este caso
Esta decisión establece un importante precedente legal que podría afectar la forma en que se interpretan las expresiones críticas de los aficionados en todo el continente, estableciendo límites más claros entre la crítica legítima y las declaraciones verdaderamente ofensivas.
“Estamos muy satisfechos con la sentencia del TAS”, declaró el presidente de Brann, Aslak Sverdrup. “No es todos los días que un club de Noruega mueve a todo el fútbol europeo, pero hoy realmente lo hacemos. En un mundo donde la libertad de expresión está bajo ataque, esta es una sentencia importante y correcta”.

Sverdrup agradeció a quienes contribuyeron al caso, especialmente a los abogados Jan Magne Isaksen y Erlend Aarlien, al líder de los aficionados Erlend Vågane por la buena cooperación, y a la presidenta de fútbol Lise Klaveness por facilitar la reunión en Nyon y por ser una voz clara en el debate.
Por su parte, Erlend Vågane, líder del grupo de hinchas Bataljon, expresó su emoción a la televisión noruega TV 2: “Siempre estoy orgulloso de Brann, pero este es quizás el momento más orgulloso al menos en mi tiempo como hincha. Es completamente extraordinario”.
“Brann podría haber optado por trasladar la multa a los aficionados y pedir una explicación, pero en su lugar han asumido la lucha contra la UEFA. Cuando realmente da resultados, uno siente un nudo en la garganta”, añadió Vågane, destacando la importancia del caso para los aficionados de toda Europa: “La libertad de expresión es fundamental en la cultura de los aficionados. El pequeño Brann ha logrado librar esa batalla y ganar en nombre de todos. Es increíblemente genial”.

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La UEFA, por su parte, ha reconocido la recepción del fallo del TAS en el que se anula una multa “impuesta al club noruego Brann SK (Mujeres) por el mal comportamiento de un grupo de ‘aficionados'”. Sin embargo, añadió: “En realidad, la multa impuesta al club noruego ha sido anulada únicamente debido a las circunstancias verdaderamente extraordinarias del caso y la escasa base probatoria disponible. En el presente caso, de ninguna manera el TAS ha afirmado que la libertad de expresión podría justificar que los llamados ‘aficionados’ hagan declaraciones ofensivas”.
El caso no solo representa una victoria para Brann, sino que podría tener implicaciones significativas para la forma en que la UEFA y otras organizaciones deportivas abordan las manifestaciones críticas en el futuro. Al establecer que las regulaciones disciplinarias deben interpretarse a la luz de los derechos humanos fundamentales, el fallo abre la puerta a un debate más amplio sobre los límites de la expresión en los estadios de fútbol y el equilibrio entre el respeto institucional y el derecho a la crítica.
Para el pequeño club noruego, más allá de la exención de pagar la multa, la victoria representa un triunfo de principios. Como señaló Sverdrup cuando llevaron el caso al TAS: “Para nosotros no se trata tanto de la suma de dinero, sino de lo que es una cuestión de principios. Creemos que ya es hora de que alguien libre esta batalla, estamos orgullosos de hacerlo”. El tiempo les dio la razón.