¿Kirsty Coventry, ama y señora del COI o delfín de Bach?

Kirsty Coventry pasó de ser una nadadora de elite a convertirse en una de las figuras más influyentes del deporte mundial. Sus dos medallas de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008 pusieron a Zimbabue en el mapa olímpico, pero su verdadero ascenso comenzó fuera del agua, primero como representante de atletas dentro del COI y luego como ministra de deportes en su país. Ese rol político le permitió tejer lazos clave y entender las lógicas de poder en las estructuras internacionales del olimpismo.

Desde su incorporación al COI en 2013, Coventry se convirtió en una pieza central del entramado político de Thomas Bach. Su ascenso a la vicepresidencia del organismo y su participación en comisiones clave la posicionaron como la candidata ideal para dar continuidad al modelo impulsado por el saliente presidente.

Si bien la carrera por la presidencia del COI tuvo a varios nombres de peso, Coventry logró construir una red de apoyos que resultó determinante en la primera ronda de votación. Thomas Bach jugó un rol crucial en el respaldo a su candidatura, asegurando votos de federaciones que veían en ella la garantía de estabilidad y continuidad.

Por otro lado, la victoria de Coventry dejó en el camino a figuras como Juan Antonio Samaranch Jr., quien aspiraba a seguir los pasos de su padre en la dirección del COI, y Sebastian Coe, presidente de World Athletics, que había construido su candidatura en base a una mayor participación de los atletas en la toma de decisiones.

La clave de Coventry estuvo en asegurar el respaldo de los miembros africanos del COI, quienes vieron en su elección la posibilidad de fortalecer la presencia del continente en el organismo. Su rol en Zimbabue y su discurso de inclusión le permitieron sumar también el apoyo de Asia y algunos sectores de Europa del Este.

Ahora que Coventry asume el mando, enfrenta un COI inmerso en una serie de tensiones políticas y deportivas que pondrán a prueba su liderazgo.

  1. Los Juegos de Los Ángeles 2028 y la relación con EE.UU.
    • Coventry deberá negociar con un posible segundo gobierno de Donald Trump y con el comité organizador estadounidense en un contexto de crecientes disputas sobre el financiamiento del olimpismo.
  2. La sede de los Juegos de 2036 y la influencia de nuevos actores
    • Con India y Oriente Medio interesados en albergar los Juegos, la nueva presidenta deberá equilibrar intereses geopolíticos y evitar que la creciente influencia económica de algunos países debilite la estructura interna del COI.
  3. El conflicto Rusia-Ucrania y su impacto en el olimpismo
    • La posición del COI respecto a la participación de atletas rusos y bielorrusos sigue siendo un tema candente. Coventry deberá encontrar un balance entre la presión política de occidente y la necesidad de mantener la neutralidad del organismo.

A pesar de su discurso de inclusión y cambio, la llegada de Coventry al poder se percibe más como una transición controlada que como una verdadera revolución en el COI. Su vínculo con Bach y su adhesión a la línea política dominante generan dudas sobre cuánto podrá modificar realmente las estructuras de poder internas.

La paridad de género y la inclusión de atletas en la toma de decisiones son algunos de los puntos en los que se espera que su gestión haga la diferencia. Sin embargo, la presión de los grandes patrocinadores y las federaciones poderosas podría limitar su capacidad de acción.

Kirsty Coventry llega a la presidencia con una base política sólida, pero también con el desafío de demostrar que su mandato puede ir más allá de la continuidad de Bach. En un COI donde las decisiones se toman en la sombra y la política pesa tanto como el deporte, su capacidad para manejar la rosca interna será clave para definir su legado.

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Federico Lamas

Periodista. Historias y deportes. Si se pueden mezclar mejor. Trabajé en El Gráfico, Canal Trece y Diario Popular. Ahora como editor de deportes en El Destape. Cubrí Juegos Olímpicos, elecciones, marchas y una vez me subí a un auto para seguir a tres prófugos. Escribo crónicas. Algunas salen. La objetividad es una mentira, lo que importa en el periodismo es la mirada.
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