“No quiero jugar con nazis”

Esta historia radica en Alemania y tiene como protagonista a uno de los equipos más llamativos del mundo. El FC Bundestag es un equipo de fútbol conformado por parlamentarios alemanes. Juega partidos amateurs y benéficos, pero enfrenta una crisis.

En las últimas semanas un fallo judicial anuló la prohibición de miembros del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el equipo. La decisión judicial se enmarca en un debate más amplio sobre la integración política de la AfD, que obtuvo segundo puesto en las últimas elecciones federales. EL FC Bundestag es un equipo que, entre otras cosas, jugó un amistoso importante: Dos semanas antes de la reunificación alemana en 1990, el equipo jugó contra miembros de la “Cámara del Pueblo” de la república comunista de Alemania Oriental.

Desde su fundación en 1967, el equipo ha promovido la cooperación entre partidos a través del deporte, contando con figuras políticas destacadas. Sin embargo, los miembros actuales rechazan compartir vestuario con parlamentarios de un partido al que el servicio de inteligencia alemán considera una amenaza para la democracia. El Financial Times, diario que publico esto, retomó una chara con Kassem Taher Saleh, un legislador verde que juega al fútbol en el equipo y dijo: “Simplemente no quiero tener que ducharme con nazis, con extremistas de derecha, con racistas”.

El capitán del FC Bundestago, Mahmut Özdemir, miembro de los socialdemócratas, dijo que la prohibición fue motivada por la revelación del año pasado de que altos funcionarios de AfD tuvieron reuniones secretas de la AfD donde se discutían deportaciones masivas, incluyendo ciudadanos alemanes descendientes de inmigrantes.

Ahora, el fallo del tribunal argumenta que la exclusión de la AfD viola los estatutos del club, que garantizan la membresía a cualquier parlamentario. Esto coloca al equipo ante el dilema de aceptar a los ultraderechistas o modificar sus reglas, algo que requeriría una mayoría de dos tercios en el Bundestag.

El caso refleja un problema mayor en Alemania: cómo manejar a un partido que ha sido elegido democráticamente, pero que la agenda tiene un componente nazi. Mientras algunos políticos temen que la exclusión solo fortalezca el discurso antisistema de la AfD, la duda, ahora aparece como aplicar un cortafuego necesario a un grupo de personas que, entre otras cosas, se venden como la cara amigable de nazismo.

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Federico Lamas

Periodista. Historias y deportes. Si se pueden mezclar mejor. Trabajé en El Gráfico, Canal Trece y Diario Popular. Ahora como editor de deportes en El Destape. Cubrí Juegos Olímpicos, elecciones, marchas y una vez me subí a un auto para seguir a tres prófugos. Escribo crónicas. Algunas salen. La objetividad es una mentira, lo que importa en el periodismo es la mirada.
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