Desde el año 2021, la Selección Afgana de Fútbol Femenino no volvió a disputar partidos. La historia del fútbol femenino en Afganistán es una historia de resistencia. Fundado en 2007, el equipo nacional femenino afgano logró progresos significativos en poco más de una década. Sin embargo, desde la llegada de régimen talibán al poder, eso se fue desmantelando cada vez más.
Desde el año 2021, se prohibió la práctica del deporte para mujeres. Ante la amenaza de represalias, muchas de las jugadoras huyeron del país y fueron recibidas en diferentes naciones como Australia, Portugal, Albania y Reino Unido. Gracias al apoyo de organizaciones humanitarias y deportivas, el equipo logró reconstituirse en el exilio, participando en competencias locales e internacionales. Pero no tienen un reconocimiento.
Este mismo miércoles 27 de marzo empezó la clasificación para la copa asiática femenina del año que viene. Y, nuevamente, Amnistía Internacional preparó un informe en el cual sostiene lo obvio. Una vez más, Afganistán no va a estar ahí en términos futbolísticos.
El principal problema para el equipo es la normativa de la FIFA, que exige el respaldo de una federación nacional. Actualmente, la Federación Afgana de Fútbol está bajo control talibán y no reconoce a la selección femenina. Esto impide que las jugadoras exiliadas sean consideradas una selección oficial.
En los últimos días, por ejemplo, se presentó un nuevo informe del Sport & Rights Alliance, titulado ” No es solo un juego. Es parte de lo que soy: La lucha de las futbolistas afganas por el derecho a jugar “, que detalla, entre otras cosas, cómo las jugadoras fueron blanca de represalias en la vuelta al poder del talbán en 2021. Durante más de tres años, las jugadoras de la selección afgana femenina y sus seguidores han hecho campaña para que la FIFA intervenga y les otorgue el reconocimiento oficial y el apoyo financiero que Afganistán les niega. De hecho, Amnistia Internacional se sumó a este pedido.
En un artícuo que publicó Amnistia informó que “los Estatutos y la Política de Derechos Humanos de la FIFA prohíben cualquier tipo de discriminación, incluida la de género, y comprometen al organismo rector del deporte mundial a promover el fútbol femenino”. De hecho, pide que los “Estatutos de la FIFA exigen que todas las federaciones miembro cumplan con los reglamentos de la organización, incluida la obligación de prevenir y combatir la discriminación, así como de promover el fútbol femenino. Las federaciones miembro pueden ser sancionadas por el incumplimiento de estas obligaciones”.
Por su parte, también piden en el informe que, el Gobierno de Brasil, como organizador del torneo de la Copa del Mundo femenina organice un partido entre la Selección de ese país y la selección afgana en el exilio. Y que en los diferentes foros y comités pida por la inclusión de la Selección afgana.
Por otro lado, la Selección femenina toma forma porque, entre otras cosas, el Comité Olímpico Internacional (COI) reconoció a un Comité Olímpico Afgano en el exilio para los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que permitió a las atletas afganas competir a pesar de las restricciones impuestas por los talibanes. Una de ellas, por ejemplo, fue