En los últimos días, en Brasil, explotó una situación que no se veía venir. Se trata de la queja de varios futbolistas, entre ellos Neymar, por el estado del campo de juego de varios ede los estadios del Brasileirao. Pero ojo, no por malos, sino por ser de Césped sinético o, de otra forma, mixtos. El recien llegado jugador del Santos estalló de bronca por esta situación y ni hablar del césped artiificial. En sus redes explotó: “Es preocupante ver el rumbo que está tomando el fútbol brasileño. Es absurdo que tengamos que hablar de césped sintético en nuestros campos“.
La bronca del jugador aparece porque en el Maracaná, por ejemplo, están evaluando la posibilidad de instalar un tipo de césped hibirdo. Y esto permitiría que haya una mezcla de césped natural con sintético. A raíz de eso, el propio crack de la Selección lanzó: “Esto es una vergüenza. La historia que tiene el Maracaná y ahora quieren hacer esto”.
Desde hace algunos años, el césped artificial ha ido ganando espacio en el fútbol brasileño. Estadios como el Allianz Parque (Palmeiras), el Arena da Baixada (Athletico Paranaense) y el Nabi Abi Chedid (Red Bull Bragantino) han optado por esta tecnología para garantizar un mantenimiento más eficiente y mejorar la regularidad del campo de juego.
Las quejas por el campo de juego van desde múltiples sectores. No solo Neymar apareció con comentarios, entre los que está Thiago Silva, el exjugador del PSG y el Chelsea entre otros. Uno de los pocos entrenadores que recogió el guante fue Abel Ferreira, el actual técnico del Palmeiras. Y lanzó críticas pero abrió un paraguas: “Prefiero todo lo natural; eso es lo que más me gusta. Sin embargo, no hay forma de que un campo natural soporte la frecuencia de partidos aquí en Brasil. Es imposible. ¿Cómo puede sobrevivir un campo natural en el Maracanã donde juegan Fluminense y Flamengo”.
En esa crítica, por otro lado, subyace otro problema entonces que es el calendario de partidos y cómo el constente uso golpea contra el mantenimiento de las canchas. Por otr lados, las “arenas” también reciben eventos que no son deportivos. En el punto de la queja, por otro lado, los futbolistas sostienen que las canchas los convierten en más proclives a lesiones.
Y ahí aparece la voz de Daniel Gonçalves, coordinador científico del Palmeiras, quién ha sido uno de los mayores defensores del césped artificial y sostiene que los argumentos sobre un mayor riesgo de lesiones no tienen sustento. “Decir que el césped sintético causa más lesiones es una falacia. Los datos científicos no respaldan esa afirmación”, declaró en una reciente entrevista.
El Palmeiras ha realizado pruebas con sensores en los botines de los jugadores para medir la fricción y la carga en las articulaciones. Los resultados, según Gonçalves, muestran que la diferencia es mínima respecto a una cancha bien cuidada de césped natural.
De hecho, en 2023, a revista científica The Lancet llevó a cabo una revisión exhaustiva de más de mil estudios para determinar la relación entre el césped sintético y las tasas de lesiones. Los hallazgos revelaron que no existe una correlación significativa entre las superficies sintéticas y un aumento en las lesiones. De hecho, la incidencia de problemas físicos en campos artificiales es, según se informa, inferior—en promedio, un 14% menos—en comparación con el césped natural.
Si bien los datos mostraron esa realidad, ahora el problema aparece extendido a las sensaciones de los propios futbolistas. Ahora, con esto, se abre un nuevo debate para el fútbol sudamericano.