Red Bull es una de las empresas de bebidas energéticas más importante del mundo. Tiene varios clubes a nivel mundial y, desde ya, de la mano de Jurgen Klopp como director global deportivo viene buscando sumar otro tipo de instituciones dentro del fútbol.
El dueño de toda la escudería era nada más y nada menos que Dietrich Mateschitz, un empresario austriaco conocido por ser el cofundador y principal impulsor de Red Bull, una de las marcas más exitosas y reconocidas a nivel mundial en el sector de las bebidas energéticas.
Nacido el 20 de mayo de 1944 en Sankt Marein im Mürztal, Austria y murió el 22 de octubre de 2022. Estudió economía en la Universidad de Economía y Negocios de Viena. El salto a Red Bull, o lo que se parece a una bebida energética, ocurrió luego de que Mateschitz haya viajado a Tailandia, donde conoció a Chaleo Yoovidhya, el creador de la bebida energética Krating Daeng. Eso sería la base para la creación de Red Bull. Inspiración o plagio, la pregunta de siempre.
Una vez que se estableció la marca de bebidas energéticas, Red Bull se enfocó directamente en la búsqueda de ser una marca de deportes extremos y “eventos innovadores”. La búsqueda, en este sentido, siempre fue estar cerca “de la juventud” y por eso patrocina eventos que buscan desafiar los límites. Quizás el más conocido es el tipo ese que se tiró desde la estratósfera: Félix Baumgartner. Eso fue reconocido como el Red Bull Stratos. Después abrió otras competencias como la de Red Bull X Fighters, la batalla de gallos y en el skate. Aunque todo muy lindo con los eventos extremos, pero la platita está en la Fórmula 1 y en el Fútbol. RB había patrocinado a Sauber entre 1995 y 2004, luego a Arrows en 2002 hasta que entró en Quiebra. El salto lo dieron en la F1 en 2005 cuando debutaron -en realidad el crecimiento fue un año antes cuando compraron- la escudería Jaguar.
Desde ahí, en adelante, armaron un imperio en la Fórmula 1 que tiene, entre otras cosas, 388 carreras. Entre las cuales sumó 279 podios, 120 victoria y más de 7 mil puntos. Además de pilotos a la altura como David Coulthard, Sebastián Vettel (Que ganó 4 títulos), Mark Webber, Max Verstappen (4 títulos) y Daniel Ricciardo, entre otros. También lo tuvo Alexander Albon, pero él pagó su plaza. Tan grande fue el crecimiento de Red Bull en la Fórmula 1 que abrió otra subsidiaria RB Formula One Team. Que también compite en la F1, sería como si el Real Madrid B jugara en Primera División.
Más allá de este repaso, la vida del empresario y su implicancia en el fútbol comenzó en 2005, cuando adquirió el FC Salzburg, uno de los clubes más importantes de Austria. La adquisición de este equipo fue solo el comienzo de su ambición de expandir su influencia en el fútbol europeo.
En 2006, Mateschitz compró el New York MetroStars de la Major League Soccer (MLS) en Estados Unidos, y lo renombró como Red Bull New York. Esta compra no solo era una inversión en el deporte, sino también en la expansión de la marca en un mercado clave como el estadounidense. A lo largo de los años, Red Bull ha continuado con sus inversiones futbolísticas, adquiriendo también el RB Leipzig en Alemania.
Mateschitz falleció el 22 de octubre de 2022, pero su legado perdura a través de Red Bull, los equipos de fútbol y otros deportes que revolucionó.
El tema es que, por ejemplo, Matestchitz fue dueño de un medio austríaco Servus TV que fue clave para el avance del “movimiento identitario austríaco”, es decir la extrema derecha austríaca. Y todo lo que eso significa. En este punto, se supo que el editor en jefe de esa casa de noticias hablaba directamente con Matestchitz. De hecho, no fue el único dicho hacia esa dirección y, entre otras cosas, apoyó a Donald Trump con algunos comentarios.
A raíz de estos comentarios, un par de fanáticos del RB Leipzig lanzaron una pancarta que decía “El patrón del club más autoritario se autodenomina pluralista, qué broma”. El tema es que el mismo club se ha vuelto en contra de los comentarios políticos en la cancha desde que Red Bull se hizo cargo. Uno de los incidentes ocurrió cuando un grupo de fanáticos lanzaron una pancarta contra un grupo de extrema derecha, pero recibieron una prohibición de mostrar estos carteles. “No aprobaremos carteles con mensajes políticos, no es para eso un estadio ni un partido de fútbol”, dijo el director ejecutivo del club, Oliver Mintzlaff, en abril de 2017. Ni de un lado, ni del otro.
El grupo de aficionados del RB Rasenballisten, conocido por sus lemas en apoyo de los refugiados y los derechos LGBT, así como contra la discriminación, ha sido objeto de algunas sanciones por parte del club. Dicho esto, ven la campaña actual como algo positivo. “Envía una señal a la gente que va a los partidos del RB y vota a partidos de extrema derecha”, dijo el miembro con el que habló DW.