El silencio se apoderó del Gran Palacio de París. En el tatami, una figura menuda pero poderosa se preparaba para hacer historia. Con un grito de guerra que resonó en todo el recinto, Angélica Espinoza lanzó su última patada, sellando no solo su victoria en la final de parataekwondo, sino también su lugar en los libros de récords. El marcador final de 10-4 contra la uzbeka Ziyodakhon Isakova no solo le otorgaba el oro en los Juegos Paralímpicos de París 2024, sino que la coronaba como la primera mujer peruana en conquistar dos títulos paralímpicos consecutivos.
Mientras el himno nacional peruano inundaba el aire parisino, Espinoza, con lágrimas en los ojos y la bandera roja y blanca cubriendo sus hombros, se convertía en un faro de inspiración para todo un continente, reafirmando su estatus como una de las figuras más brillantes del deporte adaptado en América Latina.
De nadadora a parataekwondista: El descubrimiento de un talento oculto
Leonor Angélica Espinoza Carranza nació en Lima en 1998 con una malformación congénita que le impidió desarrollar completamente su brazo izquierdo. Lejos de ser un obstáculo, esta condición se convertiría en el catalizador de una carrera deportiva extraordinaria.
En 2017, mientras practicaba natación adaptada en las piscinas de Campo de Marte, Espinoza fue descubierta por Yvonne de la Cruz y Delicia Paredes, miembros del recién formado Comité de Parataekwondo del Perú. En un giro del destino, estas mujeres visionarias convencieron a la joven nadadora de cambiar la piscina por el tatami.
“La invitamos a que conociera la escuela de taekwondo y se enamoró”, recuerda Delicia Paredes. Lo que nadie imaginaba entonces era que ese cambio de disciplina marcaría el inicio de una trayectoria meteórica en el deporte paralímpico peruano.
Un ascenso meteórico: De novata a campeona en tiempo récord
El talento de Espinoza para el parataekwondo se manifestó casi de inmediato. Con apenas tres meses de entrenamiento, participó en el Parapanamericano de Taekwondo de Costa Rica en 2017. Contra todo pronóstico, llegó a la final y se impuso a la experimentada mexicana Claudia Romero, quien llevaba toda una vida practicando el deporte.
Este triunfo inesperado fue solo el comienzo. En 2019, con dos años de experiencia, Espinoza se consagró campeona en los Juegos Parapanamericanos de Lima. Ante su público, la peruana demostró que estaba lista para dar el salto a la élite mundial del parataekwondo.
“Angélica tiene talento y es muy comprometida y, sobre todo, competitiva. Cuando se pone un objetivo para ella es lo único que hay”, explica Paredes, destacando las cualidades que han llevado a Espinoza a lo más alto del podio en tan poco tiempo.
Superando obstáculos: Entrenamiento en pandemia y el camino a Tokio 2020
El camino hacia los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 se vio interrumpido por la pandemia de COVID-19. Con el evento pospuesto hasta 2021, Espinoza se enfrentó al desafío de mantener su nivel de entrenamiento en condiciones de confinamiento.
La solución fue tan ingeniosa como efectiva: convirtió a su hermana menor en su sparring personal. “Tuvo el apoyo de su hermana, que era su sparring, y luego tuvimos la ayuda de Delicia Paredes, que nos prestó su gimnasio para poder entrenar”, relata la entrenadora Yvonne Pérez.
Este período de preparación no convencional, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en una ventaja. Espinoza llegó a Tokio en plena forma, tanto física como mental, lista para enfrentarse a las mejores del mundo.
La consagración: Bicampeonato paralímpico y un lugar en la historia
En Tokio 2020, Angélica Espinoza alcanzó la gloria al ganar la medalla de oro, la primera para Perú en unos Juegos Paralímpicos desde Sydney 2000. Este triunfo no solo la catapultó a la fama en su país, sino que también la posicionó como una de las figuras a seguir en el parataekwondo mundial.
Lejos de conformarse, Espinoza redobló sus esfuerzos de cara a París 2024. Su preparación incluyó la exitosa defensa de su título parapanamericano en Santiago 2023, demostrando que llegaba a la cita olímpica en plena forma.
En París, Espinoza demostró por qué es considerada una de las mejores del mundo. En cuartos de final, se impuso a la iraní Maryam Abdollahpour, una rival a la que nunca había podido vencer, con un contundente 19-9. La final contra Ziyodakhon Isakova fue el colofón perfecto para una campaña impecable.
Con este segundo oro paralímpico, Angélica Espinoza no solo se consolida como la mejor parataekwondista de su categoría, sino que también escribe su nombre en la historia del deporte peruano. Se une así al legendario Jimmy Eulert como los únicos deportistas peruanos en conseguir dos oros paralímpicos. Pero más allá de las medallas, Espinoza se ha convertido en un símbolo para toda una generación de deportistas peruanos, mas allá de las disciplinas.