SV Robinhood: El gigante de Surinam que vuelve a despertar

SV Robinhood, el gigante de Surinam

El estadio Franklin Essed de Paramaribo vibra con la euforia de miles de fanáticos. El SV Robinhood acaba de coronarse campeón invicto de la nueva liga profesional de Surinam, venciendo 2-0 a su clásico rival, el Transvaal, y obteniendo su tercer título consecutivo.

Mientras los jugadores levantan el trofeo, es imposible no pensar en el largo y sinuoso camino que ha recorrido este equipo desde sus humildes orígenes en 1945. Un camino que, como el del propio Surinam, está marcado por la lucha contra la adversidad, la búsqueda de identidad y el anhelo de reconocimiento en un mundo futbolístico dominado por potencias establecidas.

Orígenes humildes y ascenso meteórico

El 6 de febrero de 1945, en las calles de Paramaribo, Anton Blijd fundó el SV Robinhood con una misión que iba más allá del fútbol: ofrecer a los jóvenes más pobres de la ciudad la oportunidad de participar en actividades comunitarias. El nombre del club, propuesto por su primer presidente J. Nelom, no podía ser más apropiado: al igual que el legendario forajido inglés, Robinhood buscaba dar oportunidades a los menos favorecidos.

En sus primeros años, el club jugaba en la “Tweede Klasse”, una liga de tercer nivel donde los jugadores competían descalzos. Este detalle, aparentemente anecdótico, ilustra perfectamente la realidad del fútbol surinamés de la época: un deporte practicado con pasión, pero con recursos mínimos.

La historia del ascenso de Robinhood es casi cinematográfica. En 1947, tras ganar un campeonato, el club recibió como premio una docena de pares de botines. Este modesto equipamiento fue su boleto de entrada a la segunda división en 1948, tras ser rechazado su ingreso en una primera instancia por este motivo. Apenas un año después, en 1949, Robinhood alcanzaba la Hoofdklasse, la máxima categoría del fútbol surinamés y uno de los torneos nacionales mas antiguos de toda América en jugarse de manera continua.

En este punto vale detenerse y aclarar que, si bien geográficamente Surinam pertenece a Sudamérica, tanto en el fútbol como a nivel político, regional y cultural, siempre estuvo mas vinculado con el caribe. Empezando porque el dominio neerlandés se daba en esa región, como también por la distribución étnica de su población. De hecho, Surinam es uno de los países fundadores de la CONCACAF, siendo el gran representante del fútbol del caribe.

Este ascenso meteórico no solo habla de la calidad del equipo, sino también del estado del fútbol en Surinam en aquellos años. El país, aún colonia holandesa, vivía una relación compleja con el deporte. Por un lado, el fútbol era una pasión popular; por otro, la falta de recursos y la inestabilidad política (que se agravaría tras la independencia en 1975 y la férrea dictadura de Desi Bouterse) impedían su pleno desarrollo.

La era dorada: Dominando Surinam y desafiando a Centroamérica

Entre las décadas de 1950 y 1980, Robinhood vivió su época dorada. Bajo la dirección de entrenadores legendarios como Jules Gersie y Ronald “Ro” Kolf, el club se convirtió en la fuerza dominante del fútbol surinamés. Durante los años 70 y 80, Robinhood obtuvo 13 títulos de liga, estableciéndose como el equipo más exitoso del país.

Pero fue en el ámbito internacional donde Robinhood realmente dejó su marca. En 1976 y 1977, el club alcanzó el subcampeonato de la Copa de Campeones de la CONCACAF, un logro sin precedentes para un equipo surinamés. La gira europea de 1976, donde Robinhood se enfrentó a clubes de la Eredivisie holandesa como Ajax y Feyenoord, fue otro hito. Aunque los resultados fueron mixtos, estas experiencias internacionales fueron cruciales para el desarrollo del club y del fútbol surinamés en general. Así, entre la década del 70 y el 80, el Robinhood llegó a jugar cinco finales de la principal copa de la región, aunque en ningún caso pudo hacerse con el máximo trofeo de Centro y Norte América.

El Robinhood en su histórica gira de 1976 ante el Ajax.
El Robinhood en su histórica gira de 1976 ante el Ajax.

Sin embargo, mientras Robinhood brillaba, el fútbol surinamés en su conjunto enfrentaba desafíos significativos. La compleja relación entre Surinam y los Países Bajos tenía un impacto directo en el deporte. Muchos jugadores talentosos de origen surinamés, atraídos por mejores oportunidades, optaban por jugar para la selección holandesa. Nombres como Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Clarence Seedorf son solo algunos ejemplos de estrellas que podrían haber representado a Surinam, ya sea por haber nacido en ese territorio, o porque sus padres así lo hicieron antes de mudarse al viejo continente.

Esta “fuga de talentos” se veía exacerbada por la política de Surinam de no permitir la doble nacionalidad, lo que obligaba a los jugadores a elegir entre representar a su país de origen o tener acceso a las lucrativas ligas europeas. Esta situación, sumada a la falta de recursos y a la inestabilidad política que siguió a la independencia en 1975, frenó el desarrollo del fútbol surinamés durante décadas.

Desafíos modernos y resurgimiento

A partir de la década de 1990, Robinhood, al igual que el fútbol surinamés en general, comenzó a enfrentar nuevos desafíos. La emigración de jugadores talentosos se intensificó, debilitando la calidad de la liga local. En 2013-2014, Robinhood vivió uno de sus momentos más bajos al descender por primera vez a la segunda división.

Sin embargo, el club demostró su resiliencia. En los últimos años, Robinhood ha liderado un renacimiento del fútbol surinamés. En 2023, el club ganó tanto el Concacaf Caribbean Club Shield como la Concacaf Caribbean Cup, clasificándose para la Concacaf Champions Cup 2024. Aunque su aventura internacional terminó en la ronda de 16, estos logros marcan un punto de inflexión.

Este resurgimiento de Robinhood coincide con cambios significativos en el fútbol surinamés. En 2019, se introdujo un “pasaporte deportivo” que permite a los futbolistas profesionales holandeses de origen surinamés representar a Surinam sin renunciar a su nacionalidad holandesa. Esta medida ha fortalecido a la selección nacional, que logró clasificarse para la Copa Oro de la CONCACAF 2021, su primera aparición en una competencia de CONCACAF desde 1985.

Además, la profesionalización de la liga local, ejemplificada por la nueva Suriname Major League, promete elevar el nivel del fútbol en el país. El reciente título de Robinhood en esta liga, logrado de manera invicta, no solo consolida su posición como el equipo más exitoso de Surinam (con 27 títulos de liga), sino que también simboliza el potencial de crecimiento del fútbol surinamés.

El SV Robinhood, con su rica historia y su reciente resurgimiento, encarna la historia del fútbol surinamés: una historia de lucha contra la adversidad, de talento innegable y de un potencial que apenas comienza a realizarse plenamente. Como el legendario arquero que le dio nombre, Robinhood sigue desafiando a los “ricos” del fútbol internacional, llevando la bandera de Surinam con orgullo y determinación.

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Nahuel Lanzón

Experto en ver fútbol de países que ni la gente de ese país ve. Me gusta mucho analizar listas de selecciones antes de cualquier torneo internacional. Relator oficial (?) del fútbol exótico en Twitch.
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